Iberpay desempeña una función crítica y esencial para garantizar la estabilidad financiera y el desarrollo de la actividad económica del país. Considerada por el Eurosistema como Infraestructura del Mercado Financiero (FMI) y designada a nivel nacional como infraestructura crítica y operador de servicios esenciales, es para Iberpay de la máxima prioridad estratégica garantizar la seguridad de las operaciones, la continuidad de negocio y, en definitiva, la más alta ciberresiliencia de todos y cada uno de los servicios y plataformas técnicas que gestiona. Del mismo modo, la información es considerada como un activo de gran importancia, que ha de ser precisa, oportuna y pertinente, siendo esencial para que nuestro negocio sea eficaz.
En los últimos años, las estrategias de ciberseguridad se han puesto a prueba como ninguna otra. La amenaza del cibercrimen se ha incrementado de forma sustancial en los últimos años, no sólo en términos del número de ataques, sino también en cuanto a su sofisticación. La rápida digitalización de la sociedad y la economía hace que aparezcan constantemente nuevas oportunidades para los ciberdelincuentes, causando no sólo daños económicos significativos, sino también graves consecuencias en la vida de los ciudadanos y en la sociedad del bienestar. A lo anterior se suma la complejidad operativa de los nuevos sistemas de pago en un entorno cada día más interconectado e interdependiente a nivel europeo y mundial, con elevados requisitos de procesamiento en tiempo real y en régimen non-stop 24x7.
En este contexto, la estrategia de seguridad y continuidad de Iberpay cobra la máxima importancia y prioridad estratégica para la Dirección de la compañía, en un esfuerzo continuo por garantizar la máxima efectividad y eficacia de las medidas técnicas y organizativas que se implementan para luchar contra las ciberamenazas. De este modo, la Dirección de Iberpay está firmemente comprometida con la mejora continua y su responsabilidad en impulsar los protocolos de seguridad y continuidad necesarios que permitan minimizar los riesgos a los que se encuentra expuesta la compañía en la consecución de los objetivos estratégicos del negocio. Y reconoce la importancia de las medidas de control para minimizar los riesgos derivados de amenazas tales como: errores, fraudes, malversaciones, sabotajes, terrorismo, extorsiones, espionaje industrial, violaciones de intimidad, interrupciones de servicio y desastres naturales, entre otras.
Fecha de actualización: 13 de octubre de 2022